Para la crema espesa congelada crujiente:

Verter la crema en una tartera de 22 cm, apta para el congelador y meterlo en él. En un tazón pequeño, disolver el sahlab en 1 taza de leche hasta que esté bien suave. Reservar.

Para el helado:

En una cacerola mediana, llevar a ebullición 3 tazas de leche y el azúcar, y reducir el fuego a muy bajo. Añadir la mezcla de sahlab, la sal, el agua de azafrán y el lentisco, y volver a llevar a ebullición. Bajar el fuego y cocer a fuego lento, sin dejar de batir, durante 10 o 20 minutos, hasta que la mezcla quede lo suficientemente espesa como para cubrir el dorso de una cuchara. Retirar del fuego y dejar que se enfríe, y luego enfriar en el frigorífico. Verter en una heladora refrigerada y seguir las instrucciones del fabricante para hacer el helado (en mi máquina tarda aproximadamente 1 hora y 40 minutos). Sacar la crema del congelador. Desmoldarla del molde y romperla en trozos de 0,6 cm. Añadirlo al helado en la máquina. Añadir los pistachos y seguir girando en la máquina durante otros 20 segundos. Vierta el helado en un recipiente de cristal a prueba de congelación con una tapa a presión. Taparlo bien (el helado sin tapa adquiere un sabor desagradable). Congelar el helado durante al menos 1 hora para que adquiera textura y sabor. 20 minutos antes de servirlo, sacar el helado del congelador y refrigerar. Servir colocando 3 bolas de helado en recipientes de cristal individuales o utilizar 2 barquillos para hacer un sándwich de helado.