Sonya Jones
Grandes cambios para una ex atleta
Antes de perder peso tenía problemas con las tareas del día a día. Me era difícil subir un tramo de escaleras, agacharme, atarme los zapatos, y todavía más difícil desarrollar mi profesión como maestra de educación física de primaria y entrenadora. Estaba constantemente avergonzada por mi peso y me sentía una hipócrita. Suponía que debía dar ejemplo de salud y bienestar a mis estudiantes. Sin embargo, sentía vergüenza de mí misma.
Supe que tenía que hacer un cambio en el 2013, cuando fui fotografiada como entrenadora en un torneo estatal (ver foto). Aquí la historia de esta imagen. Era en 2013 y estaba entrenado softball a uno de los grupos con más talento que nunca había tenido. El equipo tenía 10 jugadoras fuertes de 8º curso. Nosotras mismas y toda la comunidad creíamos que podíamos ganar el Campeonato Estatal. Estábamos en el último juego y perdíamos 5-2. Con este resultado, ¡nos íbamos a casa!
Esta era la situación… corredoras en 1ª y 2ª posición, mi centro-campista está lista, coge la pelota y se dirige a la derecha des del centro del campo. Dos carreras para marcar, y la estoy llamando con la mano desde 1ª a 3ª. Es la carrera del empate en este juego de Finales Estatales. Con mi brazo derecho le estaba indicando… ¿qué hace el izquierdo? Está tirando de mi camiseta porque, inconscientemente, me preocupaba que se me viera algo. Cuando vi esa imagen en papel, sabía que algo en mi vida tenía que cambiar. Había permitido que esto me controlara durante demasiado tiempo y de demasiadas maneras.
Mi objetivo para cambiar era sentirme mucho mejor conmigo misma. Quería estar orgullosa de mí de una vez por todas. Quería parar de esconder la vergüenza y trabajar hacia la búsqueda de un yo completamente nuevo.
Hice varios cambios. Los mayores fueron la dieta y el ejercicio. Trabajé duro y decidí empezar a hacer 3 comidas al día y 2 tentempiés. Me aseguré que las comidas y aperitivos estaban dentro del rango de calorías que podía tomar, entonces, uno ya es consciente de lo que come. Como pistachos casi todos los días. Tomo un puñado cada día porque me gusta su sabor, tienen muchos beneficios para la salud, y tardo bastante en acabármelos. ¡Me hacen ser consciente de lo que estoy comiendo! Los pistachos han sido fundamentales para, no solo adelgazar 45 kg, ¡también para no volver a recuperarlos! Soy una gran fan de los pistachos y estoy muy agradecida de que me ayuden a mantener el equilibrio entre salud y bienestar durante mi día a día.”